sábado, 7 de agosto de 2010

desde mi ventana


El amanecer preludia lleno de esperanza, suena su llegada con una dulce sinfonía que trae consigo la dulcificación de un nuevo día, el cálido tibior llamado sol alivia el adormecido sentir de mi corazón… no preocupes pues de mis labios jamás sentir y de mi aliento ira se irá.
No preocupes que liare tu recuerdo en la suelta vuelta llamada olvido, pero no preocupes estarás allí siempre  como pájaro adormecido, como el otoño de mis estaciones… y si un día te asomas no preocupes, presenciaras el germinó de la alumbrada, veras el suave eco de mi amor que aunque punzante pintara de esperanza mi cielo…
Y tiernamente será el renacer  de esta loca demente y mi camino se adornara suavemente…desprendiendo  un suave perfume devengado de mis ojos y provocando que de mi pelo nazca el clamor profundo del ocaso…

3 comentarios:

Rochies dijo...

qué ningún amor le haga sombra al amanecer de cada día...

tonymoca dijo...

Al ocaso los amores se encuentran, al anochecer se apacionan, al amanecer se adora,

Bello escrito, te mando un abrazo.

Axel dijo...

El amor biene y se va. Y vuelve otra vez. Y tú estarás ahí esperandolo. Y ahora reforzada.

Escribe más, lo haces muy bien.