El tiempo se agota y apenas he de comenzar, el tiempo transcurre golpeando mi cuerpo entre dolores y angustias, amenaza con quitarme la razón, y se burla de mí recordándome lo que me hace falta, el agobia mi templo pero ya no es sufrimiento ahora es parte de mi, parte de mi cuerpo.
El corazón ya no está el muy perverso me abandonó y me dejo sola en esta batalla que al final terminara en dolor, preferiría el dolor que me traerá consigo la gratitud de tenerlo en mis brazos pero será el dolor de desazón ,el dolor que se llevara con él la esperanza, dé ser mujer.
La angustia pasa por mi mente al pensar que mientras desfila el tiempo ante mis ojos no será capaz mi templo de ser cuna, ya no se a donde ir clamo al cielo por que ya no puedo con esta angustia, ya no puedo con este peso que cargo sobre mi espalda que me está gastando el alma.
Entre ergástulas gramaticales me dejo perder, para ver si mi dolor se puede deshacer, nadie ha de entenderme, porque ahora mi sangre se mezcla con la vil prueba de lo que un día fue mi felicidad ahora ahí en mi pasado un gran pesar y en mi futuro un vacio, y profundo sufrimiento si no logro acertar en la decisión que he de tomar.
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