Sentada sobre el diván estaba cuándo llegaste y me acariciaste, al principio creí que era solo un sueño pero luego me di cuenta que eras real.
Tan real como lo que sentí cuando acariciaste mi cuerpo, qué inmediatamente se rindió ante ti, ante tus caricias que magistralmente acabaron con mis sensatez.
Peque en tus labios y morí en tu cuerpo, sentí tu aliento acariciar mi cuello, cubriste mi cuerpo con tu cuerpo sobre el diván, diván que se trasformo en nuestro templo.
Entre trinitarias blancas desahogue mi cuerpo, entre un rio de emociones me deje llevar y caí ante tus locos beso que me dejaron sin aliento cuando al fin de adentraste en mi cuerpo
Ahora dejo la ventana abierta y espero sobre el diván otra noche de locura y pasión con el olor a trinitarias flotando sobre mi cuerpo, el cuerpo que te espera para volver a probar el pecado, el pecado que me enseñaron tus labios
Aquí te espero con mi vestido color marfil sobre el diván…….
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