miércoles, 6 de enero de 2010

poema sentido




Siente esta poesía, que acaricie tu olfato el olor a deseo... Pues está hecha para el deleite de labios amantes, está hecha de susurros que no se dicen, de palabras que no se escriben, de agonías apoteóticas que se ciernen sobre la piel…puede ser que este delirando, puede ser que ya cordura no hay en esta mente que pones en agonía con tan solo unas caricias.

A mi alma le quitas la cordura y a mi cuerpo le das la mayor de las torturas, mientras que del manantial de tu boca me declaro en adicción profunda.

Eh de decirte que no puedo acercarme a tu boca sin codiciar un beso…es un terrible delito el desearte cuando se que soy verano y la primavera rosa tus campos, estoy condenada a desearte… desearte con la fuerza de un huracán endiablado y con la ternura de una cálida noche de verano.

La locura de esta pasión manda oleadas de candente fuego a todo mi cuerpo, ninguno de los dos ignora, que hay una simiente
brotando en el crepúsculo de este cauce vacío,
porque su lisonja recóndita no se muestra ante la multitud, pero yo la siento, la padezco…

Y aunque en la superficie el mar separe las orillas, en el fondo oscuro y solitario las olas hacen remolinos que bailan unidos como un solo ser, como una sola alma anhelante de placer…

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